Una definición del infierno: tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos

Decía yo, apenas ayer, algo que, por cierto, sabe todo el mundo, que PP y Psoe la misma mierda es, que no hay 2 partidos sino uno sólo y con una férrea ideología: el liberalismo, porque no nos engañemos o, si ustedes lo prefieren, no dejemos que nos engañen: sólo hay 2 ideologías en el mundo: o liberalismo, «laisser faire, laisser passer», dejar hacer, dejar pasar, porque la larga mano del jodido mercado, al final, lo arreglará todo, o marxismo.
 –Pero, entonces», me preguntan: ¿por qué luchan como perro y gato todos los días, a todas horas, coño?
 No es verdad que luchen ni un sólo minuto, efectivamente, son el perro y el gato y como perro y gato viven bajo el mismo techo y se alimentan, se nutren de la misma teta.
 Lo que los diferencia, si es que algo lo hace, es el tipo de administración que practican, pequeñísimos detalles que últimamente se han hecho imperceptibles: si se paga o no un tanto por receta médica, si    hay que privatizar hasta el aire, etc. etc.
Esto ya lo predijo, a su manera, ese genio de la Historia que fue Marx, el liberalismo y su secuela esencial, el capitalismo, funcionan a base de ciclos, ciclos de bonanza y ciclos de escasez, sucediéndose férreamente aunque su periodicidad no sea predecible matemáticamente, los siete años de abundancia egipcios seguidos de otros siete de escasez fueron seguramente una anomalía económica.
 Pero mientras este liberalismo crepuscular rija la historia las cosas no sólo son así sino que tienen que ser así porque es el instinto depredador del hombre el que gobierna el mundo, un mundo al que quiere explotar hasta la última gota, DE SANGRE, porque es de sangre de la que se alimentan estos antropófagos.
 -Pero, oiga-se me dirá-a cambio de esto, v., ¿qué es lo que ofrece?
 -Cuba, Venezuela, los países emergentes y, sobre todo, China.
 -¿China y Cuba? V. está completamente loco y no pienso seguir discutiendo un minuto más con un chiflado. Cuba, pero si llevan ya casi un siglo muriéndose de hambre y China no es sino un inmenso campo de concentración laboral en el que las contradicciones del capitalismo se exasperan.
 -Comenzando por la última, China. Los dirigentes chinos admiten el mercado pero lo vigilan, lo fiscalizan, su economía está profunda y exhaustivamente superdirigida, no se mueve una suela tuerca en sus fábricas ni una sola brizna de hierba en sus campos sin que ellos lo controlen. Es todo lo contrario de lo que propugnaron Reagan y Thatcher, que afirmaban que el Estado no es la solución sino precisamente el problema.
 Sin la mano tutelar el Estado ya estamos viendo lo que sucede en el mundo capitalista, que el 1 por un millón se enriquece exponencialmente a costa del sudor, de la sangre y las lágrimas del resto.
 Esto ¿es el desideratum?
 A mi, mi espiritu de justicia, en principio, me impele a inclinarme decididamente por ella, si hay hambre, que la haya para todos, a mi no me gustaría, como decía González, morir de una puñalada en el Metro de N. York antes que de hambre en Moscú, primero, porque en Moscú, “in illo tempore”, nadie se moría de hambre pero tampoco se hacían esas fortunas gigantescas que se acumulan ahora, tipo Abramoviz, el jodido dueño del Chelsea, segundo, porque las muertes importantes que origina el imperio usaniano no se producían ni se producen en el famoso Metro, sino en las lejanas tierras de otras naciones, a las que ELLOS llevan sus modernas guerras de conquista convenientemente disfrazadas de humanitarias.
 -¿Y en Cuba?
 -Es verdaderamente cínico hablar de Cuba desde las lujosas playas de Miami. Cuba vive mal porque, a un tiro de cañón, está Miami, “qué pena,  tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU”, que ha hecho, hace y hará hasta lo imposible por estrangular al heroico pueblo cubano. Sí, es cierto que algunos cubanos huyen de la isla en cuanto pueden pero eso está implícito en lo más hondo del alma humana y se llama egoísmo. Pero todavía no ha encontrado nadie en todo el mundo, una sola cuenta corriente a nombre de Fidel.

Otra definición del infierno: tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos

Decía yo, apenas ayer, algo que, por cierto, sabe todo el mundo, que PP y Psoe la misma mierda es, que no hay 2 partidos sino uno sólo y con una férrea ideología: el liberalismo, porque no nos engañemos o, si ustedes lo prefieren, no dejemos que nos engañen: sólo hay 2 ideologías en el mundo: o liberalismo, «laisser faire, laisser passer», dejar hacer, dejar pasar, porque la larga mano del jodido mercado, al final, lo arreglará todo, o marxismo.

 –Pero, entonces», me preguntan: ¿por qué luchan como perro y gato todos los días, a todas horas, coño?

 No es verdad que luchen ni un sólo minuto, efectivamente, son el perro y el gato y como perro y gato viven bajo el mismo techo y se alimentan, se nutren de la misma teta.

 Lo que los diferencia, si es que algo lo hace, es el tipo de administración que practican, pequeñísimos detalles que últimamente se han hecho imperceptibles: si se paga o no un tanto por receta médica, si hay que privatizar hasta el aire, etc. etc.

Esto ya lo predijo, a su manera, ese genio de la Historia que fue Marx, el liberalismo y su secuela esencial, el capitalismo, funcionan a base de ciclos, ciclos de bonanza y ciclos de escasez, sucediéndose férreamente aunque su periodicidad no sea predecible matemáticamente, los siete años de abundancia egipcios seguidos de otros siete de escasez fueron seguramente una anomalía económica.

 Pero mientras este liberalismo crepuscular rija la historia las cosas no sólo son así sino que tienen que ser así porque es el instinto depredador del hombre el que gobierna el mundo, un mundo al que quiere explotar hasta la última gota, DE SANGRE, porque es de sangre de la que se alimentan estos antropófagos.

 -Pero, oiga-se me dirá-a cambio de esto, v., ¿qué es lo que ofrece?

 -Cuba, Venezuela, los países emergentes y, sobre todo, China.

 -¿China y Cuba? V. está completamente loco y no pienso seguir discutiendo un minuto más con un chiflado. Cuba, pero si llevan ya casi un siglo muriéndose de hambre y China no es sino un inmenso campo de concentración laboral en el que las contradicciones del capitalismo se exasperan.

 -Comenzando por la última, China. Los dirigentes chinos admiten el mercado pero lo vigilan, lo fiscalizan, su economía está profunda y exhaustivamente superdirigida, no se mueve una suela tuerca en sus fábricas ni una sola brizna de hierba en sus campos sin que ellos lo controlen. Es todo lo contrario de lo que propugnaron Reagan y Thatcher, que afirmaban que el Estado no es la solución sino precisamente el problema.

 Sin la mano tutelar el Estado ya estamos viendo lo que sucede en el mundo capitalista, que el 1 por un millón se enriquece exponencialmente a costa del sudor, de la sangre y las lágrimas del resto.

 Esto ¿es el desideratum?

 A mi, mi espiritu de justicia, en principio, me impele a inclinarme decididamente por ella, si hay hambre, que la haya para todos, a mi no me gustaría, como decía González, morir de una puñalada en el Metro de N. York antes que de hambre en Moscú, primero, porque en Moscú, “in illo tempore”, nadie se moría de hambre pero tampoco se hacían esas fortunas gigantescas que se acumulan ahora, tipo Abramoviz, el jodido dueño del Chelsea, segundo, porque las muertes importantes que origina el imperio usaniano no se producían ni se producen en el famoso Metro, sino en las lejanas tierras de otras naciones, a las que ELLOS llevan sus modernas guerras de conquista convenientemente disfrazadas de humanitarias.

 -¿Y en Cuba?

 -Es verdaderamente cínico hablar de Cuba desde las lujosas playas de Miami. Cuba vive mal porque, a un tiro de cañón, está Miami, “qué pena,  tan lejos de Dios y tan cerca de los EE.UU”, que ha hecho, hace y hará hasta lo imposible por estrangular al heroico pueblo cubano. Sí, es cierto que algunos cubanos huyen de la isla en cuanto pueden pero eso está implícito en lo más hondo del alma humana y se llama egoísmo. Pero todavía no ha encontrado nadie en todo el mundo, una sola cuenta corriente a nombre de Fidel.