Qintacolumnista

 

Así retrata corazónblanco.com el proyecto del nuevo Camp Nou

Siempre he sostenido que no se puede ser del Real Madrid, RM, y de izquierdas, como no se puede ser blanco y negro a la vez, porque lo impide ni más ni menos que el principio de contradicción.

Porque la izquierda, no me cansaré tampoco nunca de decirlo, es el servicio incondicional a la verdad y la defensa hasta la muerte de la justicia.

¿Ha servido alguna vez el RM a la verdad? ¿Cuándo, cómo, dónde?

Y en cuanto a la defensa de la justicia, sobra todo lo que yo pueda decier.

No es por casualidad que sea el RM el ente directamente culpable de que el precio de los futbolistas se haya puesto por las nubes porque es el prototipo de negociante liberalcapitalista.

El RM ha trabajado desde su fundación para configurarse como un poder fáctico y lo ha conseguido plenamente, cuanto será su poder que el propio presidente de la Fifa, aterrorizado porque una broma que quiso gastarle a Cristiano Ronaldo no fue bien recibida por el RM, ha montado un escándalo tal que ha arruinado para siempre la credibilidad del organismo que preside, haciéndole un daño irreparable no sólo a este trofeo sino a todos los trofeos futbolísticos del mundo, pero el tal Blatter ha preferido todo este daño al fútbol, todo este escándalo antes que enfrentarse al RM porque sabe 2 cosas: 1) que es uno de los mayores poderes fácticos del mundo y 2) que no perdona nunca.

 Un inciso: si el todopoderoso presidente de la Fifa se caga patas abajo ante el RM porque uno de sus muchachos se ha enfadado por una ingenua broma que él le gastó, ¿qué es lo que sienten todos los árbitros, sobre todo los españoles, cuando tienen que arbitrar sus partidos?

 Diarios de Catalunya tildan de siervo de El Conseguidor a ese socio del Barça que ha tirado contra su club la flecha más envenenada posible.

Él se defiende diciendo que su querella criminal se dirige contra el presidente Rosell y no contra el Barça.

 El tío nos considera imbéciles a todos los que leemos lo que dice puesto que lo que afirma supone que el Barça, persona jurídica, tiene una entidad moral pública distinta de aquellos hombres que lo representan.

 Hace como que no sabe que si su querella prospera, el Barça será tildado para siempre de tramposo y Neymar lo mismo puesto que ha participado activamente en la misma trama.

 O sea que a partir de ese momento, las dos grandes figuras de su querido equipo, una, Messi, será un defraudador a Hacienda, cosa que, por cierto, somos todos los hijos de vecino que todos los días participamos de eso que se llama economía sumergida, pagando en negro los servicios menores que se nos prestan,  y el otro, Neymar, un tramposo contractual, ¿de veras piensa este cínico individuo que somos tan idiotas como para creer que él, el querellante, es un ángel de la guarda que sólo trata de preservar los sagrados intereses de los socios barcelonistas mientras hunde en la miseria para siempre la honra del club del que él forma parte, favoreciendo así, descaradamente el RM?

 Estoy seguro de que él lo sabe pero, si no, yo se lo digo: él no es más que un quintacolumnista, que, según Wikipedia es: la expresión que se usa para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población, generalmente minoritario, que mantiene supuestas lealtades hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos. Tal característica hace que se vea a la quinta columna como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven, y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo. 

 O sea que nosotros no afirmamos que este señor sea uno de los dedos de la larguísima mano de El Conseguidor, pero sí que afirmamos que es un perfecto quintacolumnista.

 

8 comentarios en “Qintacolumnista

  1. RAJOY Y EL MILAGRO DE LA MANO INTACTA
    Juan Carlos Escudier

    Uno de los grandes errores que cometen los analistas políticos en las entrevistas de Rajoy es el de intentar determinar su sinceridad observando los gestos de su cara. Se trata de una misión imposible porque el presidente tiene más tics que un reloj de cuco y nunca se puede estar seguro de si miente cuando dice, guiñando el ojo, que procurará mucho consenso para su ley del aborto o si es verdad su proclama de que está muy contento con sus ministros mientras entorna de nuevo el párpado. No parece que el presidente tenga un único patrón de conducta sino un ojo travieso.
    De manera que si uno es capaz de resistir los bostezos por el láudano que destila lo preferible es observar sus manos, que en algún momento han de traicionarle. Con sus manos, Rajoy ha desafiado a la suerte y a los elementos y sus ordalías constituyen ya una tradición. Rajoy ha puesto la mano en el fuego por Bárcenas, por los primeros imputados del PP en el caso Gürtel, por Francisco Camps porque “somos parecidos”, por Esperanza Aguirre y hasta por su propia honradez sin aparentes daños en los tejidos.
    El milagro de la mano intacta es más insólito que el del brazo incorrupto de Santa Teresa, al punto de que el propio Rajoy desconfía con cada nuevo envite, y es incapaz de resistirse a contemplar su extremidad por si urge aplicar pomada tras el enésimo encuentro con las brasas. Ayer repitió experimento con la hija del Rey, de cuya inocencia se mostró convencidísimo, y a la que aconsejó no renunciar a lo tonto a sus derechos sucesorios. No hubo combustión espontánea pese al inconfundible olor a carne quemada.
    No fue el único milagro que deparó la entrevista televisiva del nuevo líder planetario descubierto por Obama, si es que el hecho de que el presidente se deje hacer preguntas no constituye en sí mismo un prodigio de la naturaleza. Rajoy consiguió nuevamente no hablar de nada o, para ser exactos, no decir prácticamente nada de cada tema al que se refería, más allá de esa desesperante visita a los lugares comunes que tanto aprecia.
    Desgranemos la perorata. ¿La corrupción generalizada? Muy lamentable. ¿Bárcenas? Un error. ¿Cataluña? Muy bonita, tanto que trabajará (otro milagro) para aumentar los lazos que la unen con España. ¿Independencia? Por encima de su cadáver. ¿El IRPF? Bajará. ¿El paro? También. ¿La reforma laboral? Estupenda. ¿La crisis? ¿Qué crisis? No obstante, fue al mencionar del Rey cuando coronó la cima de lo obvio: “Es una persona, un ser humano”. Acabáramos.
    Rajoy ha conseguido que la política, que en tiempos fue un arte, se haya convertido en undéjà vu. A un registrador de la propiedad no se le puede pedir esperanza porque va y te hace una nota simple. Tan simple que da hasta miedo.
    http://blogs.publico.es/escudier/2014/01/rajoy-y-el-milagro-de-la-mano-intacta/

  2. MARIANO TIENE UN PLAN, DE DAVID TORRES EN PÚBLICO
    La noticia es que Mariano ha concedido no sé si la segunda o la tercera entrevista a una televisión en dos años y pico. Lo que haya dicho luego da más o menos igual: lo increíble es que se ha manifestado en el comedor de todos los españoles y no a todos los ha pillado rezando. A las apariciones marianas les basta con la imagen, el sonido luego es opcional; de hecho todavía no está muy claro cuál es el tercer misterio de la Virgen de Fátima. Probablemente, a la Virgen de Fátima le pasaba lo mismo que a Mariano, que se traía los misterios escritos en una chuleta y después no entendía su propia letra.
    Con tantos españoles manifestándose, y casi todos en Gamonal, era lógico que el presidente acabara sumándose a las manifestaciones, porque a él a español no le gana nadie. Ni a gallego tampoco. Los afortunados que todavía disponen de televisión (por haberla preferido al frigorífico en la casa de empeños) se han encontrado al sintonizar Antena 3 con que las rayas del aparato modelaban la carta de ajuste de 1975 mientras el poso de la estática iba configurando un fenómeno poltergeist. Al poco la nieve radiactiva fue formando la cara de Mariano, una imagen casi desconocida del tiempo que hacía que no pasaba por allí en directo. Unos dudaban de que fuese el presidente en carne y hueso, lo más probable es que hubiera enviado al doble de plasma. Otros, más desconfiados, pensaron que se trataba de una entrevista congelada de un año o dos años atrás y empezaron a enviar mensajes a la emisora para que lo entrevistaran posando con el periódico del día, como los secuestrados de la vieja escuela. Los más escépticos buscaron una bayeta y un limpiacristales y se pusieron a frotar la pantalla, por si se trataba de una cara de Bélmez.
    Mariano se quejaba de que Zapatero no daba la cara y luego, para dar ejemplo, se ha pasado media legislatura dando el culo en diferido a los medios. Total, lo que tenía que decir tampoco era muy novedoso: que España se rompe y que el año que viene va a bajar los impuestos; exactamente lo mismo que advirtió y prometió hace más o menos un año. España es un país que siempre se está rompiendo, como la cadera del rey Juan Carlos. Después, cuando cogió carrerilla, Mariano se puso igual de misterioso que la Virgen de Fátima y declaró que tiene un plan, pero que no piensa decirlo todavía para que la realidad no le pesque con el pie cambiado. La esencia de la entrevista fue más o menos esto: “Tengo un plan y luego ya veré lo lo que hago”. Casi es mejor que no lo haya especificado, porque si va a hacer con el plan lo mismo que con su programa electoral, lo más seguro es que sea un plan de fuga.
    El plan tenía que ver con Cataluña y, más concretamente, con Artur Mas, que ni le llama ni le escribe. En consecuencia, él tampoco piensa descolgar el teléfono. Como se ve, lo de Cataluña y España, más que una historia de amor, es una película experimental de cine mudo donde el primero que habla revienta. A la entrevista le faltó profundidad porque nos quedamos sin saber qué piensa en su fuero interno Mariano de la nueva remodelación del Camp Nou y del fichaje en diferido de Neymar.

  3. CHISTES DE CATALANES
    Lo que ocurre en Catalunya es algo tan importante, tan vivo y sorprendente que no deja de sorprenderme cómo lo viven los poderes españoles: negando esa realidad y ocultándosela a la ciudadanía.
    Suso de Toro (avance de eldiario.es)
    Desconfío de mi propio juicio, pues siempre pensé que la «gente de letras» sabía muchas cosas de asuntos literarios y culturales que me atraían, pero hace mucho tiempo que aprendí a desconfiar de su juicio sobre los avatares de la vida personal y social. Con excepciones que alegran e iluminan, ni caso, ya que suelen repetir lugares comunes aunque con ingenio o sentenciosidad. Sin embargo, a veces esa gente tiene algún rasgo de fantasía que pasa del extremo del lugar común al de la genialidad.
    Un compañero de trabajo con el que he conversado antes sobre poesía y filosofía me suelta «lo de Cataluña es un plan genial de Rajoy». Me deja desconcertado, como hace poco que nos tratamos busco en su cara si me habla en broma o en serio, y no consigo discernir. Asevera, «estoy convencido de que es un plan» y ya mi mente empieza a preguntarse qué clase de plan será ése. Se sonríe y afirma con rotundidad, «estoy seguro de que Rajoy y Mas lo pactaron».
    Un nuevo golpe a mi entendimiento, intento imaginarlos poniéndose de acuerdo en un lugar secreto y dándose la mano. Creo que acierto a soltar una serie de frases inconexas, «pero qué dices. Que no, hombre…», y por el estilo. Me repongo momentáneamente y le pregunto si realmente él cree que los catalanes son más tontos y personas menos informadas que nosotros. Él me cuenta que están adoctrinados a través de TV3, eso se lo oyó a un periodista catalán en un programa de televisión. En ese momento debo replicarle que hay gente para todo pero ya me tiene superado, estoy a su merced. Me deja K.O. con el golpe definitivo, sonríe con ojos pícaros y me suelta «para partir al PSC. ¿No ves como lo deja? Rajoy es inteligentísimo, es un plan genial».
    Me repuse nuevamente y rebatí su opinión, le conté que hace años que observo con curiosidad, difícil de explicar, a los catalanes y que tengo amigos y relaciones en Catalunya que me permiten decir que eso es un disparate y que es un asunto mucho más serio.
    No sé decir si aquella fue una conversación seria o humorística, no estoy completamente seguro pero me inclino a creer que él habló en serio. Mi compañero ahora se ha transformado para mí en un desafío intelectual, parecía un hombre muy formal pero tiene una mente de imaginación alegre y sin límites. Podría haber argüído que, visto desde ese punto de vista tan mezquino y partidario, el problema de Mas no es el PSC sino ERC, pero no valía la pena, la misma idea de Mas y Rajoy tramando en secreto la destrucción del PSC era tan inverosímil que sólo pude sonreír con risa amarga. Lo que ocurre en Catalunya es algo tan importante, tan vivo y sorprendente que no deja de sorprenderme cómo lo viven los poderes españoles: negando esa realidad y ocultándosela a la ciudadanía. No sé lo que se oirá en Catalunya pero fuera de allí se oyen todo tipo de disparates, no se trata de que sean opiniones distintas o contrarias sino disparatadas.
    El poder autoritario necesita ciudadanía desinformada para llevar adelante sus políticas. En relación con lo que ocurre en Catalunya el grueso de la ciudadanía española está completamente desinformada. Personas que se dicen de derechas o de izquierdas repiten con mayor o menor contundencia o enfado los mismos comentarios de las televisiones y emisoras de la ultraderecha. La hegemonía de esas ideas es lo que le permitirá al sistema político español que la sociedad acepte como natural una medida política antidemocrática: prohibir la celebración de una consulta. Las preguntas que quieren ser sometidas a votación nos parecerán peores o mejores pero son preguntas, no es una proclamación de independencia. El mismo resultado no tiene por que ser jurídicamente vinculante, otra cosa es que politicamente sí lo sería.
    Los dos partidos de ámbito estatal que son el tronco del sistema político ya han estrechado su abrazo y tendrán a la mayoría de la gente detrás. Por lo que leo, la prensa catalana está dividida acerca de la independencia e incluso acerca de que se celebre un referéndum en contra de la decisión del Gobierno de Rajoy pero, quitados algunos medios en la Red, la prensa española está completamente de acuerdo en su línea editorial: apoyan al Gobierno y no quieren que se celebre el referéndum. Unos sostienen una verdadera campaña de agitación españolista y otros lo hacen con más finura, con tribunas constantes siempre en la misma dirección e informaciones sesgadas. No tiene sentido argumentar una y otra vez que Catalunya no sería viable económicamente, que le iría mal, que el Gobierno no les permitiría entrar en el euro, que nadie les hace caso por ahí fuera (bueno, excepto la BBC)…
    Imaginar esos escenarios sombríos obliga por decencia intelectual a imaginar la viabilidad de una España sin Catalunya, cómo le iría, qué estado era ese que vetaba la entrada en la UE de uno nuevo para perjudicarlo… Y es un fraude culpar a la «burguesía catalana» si no se habla inmediatamente de la burguesía madrileña o española, que también defiende sus intereses particulares. Y es una doblez decir que el conflicto le interesa a los nacionalistas catalanes pues se podría decir con tanta razón que le interesa a los nacionalistas españoles y, muy en concreto, al Gobierno. Pues Rajoy con su posición consigue que la preocupación nacionalista española deje en segundo plano sus políticas antisociales.
    De hecho, si Rajoy fuese un presidente responsable tendría que empezar por pedirle perdón a los catalanes por animar campañas xenófobas contra esas personas. Lo de recurrir el estatut ante el Tribunal Constitucional fue un desastre político pero es coherente con su ideología pero animar boicots es algo imperdonable, cómo van a creer los catalanes que es también su presidente.
    En todo caso mi compañero, amante de la filosofía y la poesía, no accederá a los medios de comunicación catalanes y sólo se informará por esos otro medios españoles. Unos medios que reducen el conflicto a los intereses de unos partidos para ocultar la verdad: que hay millones de ciudadanos allí que están reclamando esa consulta. Cuando se reduce esa demanda a un juego de siglas se le falta al respeto a todas esas personas.
    Estoy convencido de que, sin quitarle hondura política en absoluto, en el fondo este pleito tiene mucho de dignidad herida por parte de los catalanes. Desde Catalunya se buscó renovar la integración catalana en un proyecto compartido con un nuevo «estatut»: el estatut aprobado por el parlamento catalán mantenía la integración de la nación catalana en España. Pero, en nombre de España, el Tribunal Constitucional negó la constitucionalidad del reconocimiento nacional que pretendían y ahora el Gobierno y sus apoyos les dicen que no pueden consultarse a si mismos. ¿Qué les queda sino marcharse? La propaganda acaba cegando a los mismos que la difunden, acaban creyéndosela, creen que los catalanes son unos críos inmaduros que simplemente se han emocionado y que ya se les pasará cuando vean que no pueden hacer nada.
    No dudo de que estén emocionados, lo están; de un modo distinto a los que agitan la rojigualda. Pero me parece que no se les va a pasar y que la mayoría de la sociedad catalana, y en consecuencia Catalunya como país, ya no forma parte de ningún proyecto compartido que se llame España. La mayoría de los catalanes ya han cruzado mentalmente una raya, contemplan a España desde fuera y no se ven dentro. Creo que ya es una realidad que más de la mitad de la población ya se imagina como un estado aparte.
    La nación española de Franco se basó en el sometimiento absoluto de las personas, se basaba en el sometimiento, pero por la fuerza no existen proyectos compartidos. Una España que tenga sometidos a los catalanes por la fuerza no es una democracia.

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